Quien lo iba a decir amigos, por que no creo que el “genio” fuera consciente.
Me refiero claro al imbécil –el monarca de los lerdos, como le llamé entonces en mis textos- que con su actuación irresponsable propició hace unos años la traslación obligada de emplazamiento del festival, por el ya sabido enfado del ayuntamiento de la ciudad a cuenta de la “heroicidad” que tuvo a bien hacer, y que puso en peligro incluso la continuidad del evento. El cambio de la plaza de toros al actual recinto ferial devengado a raíz de una pintada ( todo el trabajo de los años anteriores todo el esfuerzo y toda la ilusión puesta, se vieron derrotados por un merluzo con spray), y la posterior llegada al nuevo espacio, fueron una especie de castigo para la organización del festival por lo que había pasado afuera en la calle, y de lo que obviamente no tenían ninguna culpa, en una actitud tan mezquina como insólita.
Pues bien, lo dije desde que entré la primera vez, el nuevo recinto es a mi modo de ver sencillamente lo mejor que les podía pasar, y luego cuando les hable de lo que vimos este año volveré a ello. y en mi modesta opinión ha marcado las ediciones que han llegado desde entonces y marcará las futuras que vendrán.
Viene esto a cuento de lo que se ve asomar ya.
El próximo año el que sin ninguna duda es uno de los festivales solidarios mas importantes a nivel comunidad que tenemos, cumplirá su decimo quinto aniversario, y lo hace en un estado de forma envidiable. Y no hablo solo de asistencia, que también ojo, es sobre todo mirar el ambiente de hermanamiento casi familiar que se respira entre el publico que acude a cada nueva edición, pero también (esto es muy sorprendente) entre los artistas. Por descontado que tiene hechuras de grande, y mas que va a crecer seguro, pero sigue siendo humano en todo (distancias, servicios, precios, trato etc.) y muy cómodo. Capaz ya de congregar a varias generaciones, era edificante ver a padres e hijos mirando los conciertos y no hará falta que les hable de lo importante que es ver gente joven en bolos mas allá de la Urbana, atesorando un positivismo absoluto, la cita de Béjar de cada año es mucho mas, el que suscribe habló con cantidad de gente que así se lo dijo, que en los últimos tiempos los dos días del festival.
El merito por supuesto es del equipo humano que lo capitanea, y que ha sido capaz de crear algo tan especial.
Y es que mas allá del line-up, de los conciertos y de lo que implica un festival de música, cada edición entregan un montón de dinero a una causa por la que un conjunto de gente entregada trabaja de forma anónima los días del festival y el resto del año a base de pasión y amor, y lo hacen de forma desinteresada algo que no hará falta mencionarlo, no abunda hoy en día. Esta vez los beneficiados eran la Asociación Bejarana Contra El Cáncer a la que el festival le dio espacio además en el escenario entre los slots mas importantes de la segunda jornada, para dar a conocer sus actividades (el que suscribe pudo cambiar unas palabras con los integrantes y les contaron su razón de ser) y necesidades.
Para la cita de este año, el cartel era de aúpa y se reflejó en una asistencia masiva que era de pura justicia. La pregunta que atenaza hoy muchos de los estilos que tradicionalmente han sido los hermanos mayores hasta la irrupción de la Urbana como música de masas, que va a pasar cuando los que ahora comandan el barco no puedan seguir por imperativo de la edad, planea sobre casi todos los eventos que se programan hoy en día. De ahí en opinión de un servidor la importancia capital de incluir en los carteles de las grandes citas a bandas y artistas jóvenes y emergentes.
Y no creo que nadie que asistiera la primera noche se sintiera defraudado por ello. El paso brutal de Catalina Grande Piñón Pequeño, Xpresidents, No Konforme o Sinaia , junto con los mas veteranos Manifa y los tremendos Bourbon Kings, cada uno en lo suyo ojo, estuvo ilusionante, y lo atestiguaron, dejando (a esto es a lo que me refiero) además la estampa de una entrada considerable. Lo que el que suscribe pudo ver, la parte central, fue con sus mas y sus menos esperanzador.
El axioma alfa, los grandes no los son por que si, se cumplió con creces la segunda noche, y el recinto (vuelvo a lo que comentaba antes, y piensen en lo que habría sido ese día en el otro lado) acogió cómodamente el llenazo que ya se intuía los días previos.
Fue un must ver a Diazepam pelear con el atragantón de abrir con un sol y calor matador y con la poca gente que había al principio refugiada en las sombras. Un diez para el esfuerzo titánico que hicieron, y Kaos Etílico por los que no parece pasar el tiempo, dieron ya con mucha mas gente un pase estratosférico lleno de momentos brillantísimos. Koma ofertaron una de las comparecencias del festival, brutal y apabullante con un setlist que no bajó ni un segundo el listón y a sabiendas de que las mirandas las centra Brigi Duque es imposible no destacar el trabajo del resto de la banda con Juan Carlos Aizpun en la batería encabezándolo.
Lendakaris Muertos se pulieron un pase brutal desde que arrancaron sin parones ni parrafadas. Fue pura magia verles constantemente abajo pasar el micro con Aitor “Ibarretxe” al frente, convocar crowd surfing y encarar una lista de temas que no han perdido ni un ápice de fuerza y vigencia alternándolas con el ultimo material. Para el final Boikot no dejaron que decayera el arreón que el publico llevaba ya, elevándolo aun mas si cabía (aquí se hace muy difícil no mencionar las percusiones, y los vientos con el inmenso trabajo que hacen) sin bajar el nivel, y como le pasó a un servidor con la estupenda sesión vermut que el festival había programado con El Niño del Pegamento y Endeudados y el arranque con A Cal y Canto el jueves, me tortura no poder hablarles del cierre con Def Con Dos por que por desgracia no pude verlo.
Me parto de risa cuando alguien esgrimiendo infinita, y estúpida, ignorancia me dice que no tenemos festivales.
No me atrevería a aventurar que deparará el futuro, pero cuando algo se hace tan bien, es difícil que naufrague.
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