Por El Coronavirus también llegó al Festival de Eurovisión 2020. Un festival que se ha cancelado por primera vez tras 64 años sin interrupción desde que nació allá por el año 1956. Los que seguimos desde hace muchos años este festival, tras la decepción de la cancelación, por motivos obvios y que en ningún momento hemos cuestionado, ya que lo primero es la salud y seguridad, nos hemos limitado a un programa especial descafeinado y enlatado “Europe shine a light” de este sábado 16 de mayo. Nos hemos tenido que conformar con disfrutar de un programa, que en ningún caso, ha llegado ni se ha asomado al mayor espectáculo musical del mundo. Pero quien determina es el Covid-19 que es el que ha marcado las reglas del juego. No sé si ha brillado o no la luz, se ha pretendido desde la UER realizar un homenaje a los afectados del coronavirus, que en mi opinión se podría haber realizado de otra forma. Lo que sí ha conseguido el coronavirus es que se ha tenido más repercusión a nivel de redes sociales, realizando festivales alternativos, con youtubers, con votaciones virtuales, con emisiones desde casa de muchos de los seleccionados a participar en este gran festival.
Lo que sí teníamos claro desde el principio es que este año no tendríamos ni ganadores ni vencidos. Durante las dos horas aproximadamente del programa hemos podido ver las canciones participantes enlatadas, desde sus propias casas o en otras actuaciones en lugares curiosos e interesantes de sus países. Lo que sí han conseguido es dar un toque nostálgico al ver y escuchar de nuevo a algunos artistas claves en la gran historia de Eurovisión.
El próximo año, esperemos que se pueda celebra desde Roterdam y cada uno podrá incluso repetir candidato, si lo quieren pero la canción debe ser diferente, como es el caso de España, con Blas Cantó.
Ya casi tenemos olvidada esta celebración 65 del festival, en el que tendrían que haber participado 41 países tras haber regresado Bulgaria y Ucrania, aunque perdiendo por diferentes motivos las participaciones de Hungría y Montenegro. El próximo año veremos cuántos podrán participar, aunque con la misma ilusión que durante los últimos tres o cuatro meses hemos esperado muchos de nosotros, haciendo nuestras propias quinielas, porque este año había un poco de todo, desde canciones que se salen del guión predefinido de este tipo de festivales, así como canciones que siguen el mismo patrón, o canciones francamente muy reveladoras y que podrían haber tenido puntuaciones muy buenas. Lo que sí hemos conseguido con el coronavirus es que se han escuchado algunas de estas piezas, incluso algunas ya están triunfando, sin haber participado, incluso descubriendo artistas o grupos, que son medianamente conocidos en sus propios países y que se han internacionalizado al conocerse por el gran público a través de las redes.
Este año no es necesario hacer cábalas ni pronósticos, al no saber si hubiéramos acertado o no, como ha pasado otros años. Lo que sí hemos conseguido es hacer virales algunas de las canciones. No puedo dejar de mencionar Islandia con su «bailecito» y coreografía, o los rusos con su “Uno”. No tienen desperdicio. Aunque yo me quedo con mis favoritos de este año, Lituania. Siendo honesto, me hubiera gustado que ganaran. Lo que han conseguido The Roop, es descubrir a esta banda, que los desconocía. Por lo menos han conseguido eso, que ahora los siga.
Comienza la cuenta atrás para el próximo año, aunque tengo que quejarme por los organizadores por no haber sido más originales, y haber desarrollado un festival virtual, incluso con votaciones, que tampoco es tan complicado en este mundo de tanta tecnología. Una pena que no se les ha ocurriera una mejor defensa del festival, tras la cancelación del festival típico.
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