Crónicas

Itaca Band Plaza Mayor Festival F.A.C.Y.L.

0

 

Hace unas semanas Albert García hablaba en una de las entrevistas que la banda de Montcada i Reixac hacia para apoyar la salida de su nuevo disco, en el que mas se han implicado con las influencias de la  electrónica de su historia pero es a entender del que suscribe de una forma natural -como se vio en el pase- nada forzada, y que contiene momentos tan brillantes como el junte con La Carmen en “Cantemos Bonito” o el inmenso “Titiritando” entre otras, que “La música es un lenguaje universal y está por encima de políticas…” (Rubén Rozas, El Plural 1-6-25). Y es a entender de un servidor una sentencia acertada cuando te sumerges en el planteamiento de la gira que presenta ese nuevo “Entre algoritmos y latidos”, su séptimo disco ya, que debería elevar la carrera de Itaca Band un paso adelante mas.

 

Anunciados en uno de los días mas esperados de la programación musical del festival, con la ciudad a tope en pleno fin de semana, lograron una entrada muy meritoria en el escenario de la Plaza Mayor con una propuesta tan fresca como adictiva. No hará falta enunciar aquí de lo que hablamos, la lista de partners de una escena que huye, con razón, de etiquetas va desde Zoo o La Sra. Tomasa a si me apuran La Pegatina o aunque no sea lo mismo quienes les antecedieron al año pasado en ese mismo momento Lagrimas de Sangre, con esa mezcla mestiza irresistible que hace que la olla no pare de bailar en ningún momento nutriéndose de Rock, Reggae, Ská o ritmos electriconicos.  Como  tampoco lo es glosar los quince años de recorrido del grupo  -se notaron de sobra en como encararon el bolo- y las individualidades qué estuvieron brillantes en un pase macizo que iba medido y secuenciado al milímetro.

 

Eligieron “Todas nuestras luchas”, una canción de “La lengua de los pájaros” su disco de 2019 al que volverían luego, para abrir las celebraciones y de ahí al final no pararon ni un segundo de levantar la fiesta en la que convirtieron la comparecencia. La primera parada en el nuevo fue “El temblor” y quedó claro que esas canciones mas recientes (“Veneno de serpiente”, “Sácalo”) ya están plenamente integradas en el imaginario de la banda, y su traslación al escenario no puede venir mejor. La formación que lucen ahora atrapa con su impecable hacer, José Venzal el bajista de Valira en la guitarra aquí, estuvo inmenso, pero no le fue a la zaga el resto con Hug Vilamala como gran descubrimiento para el que suscribe que nunca le había visto.

 

Navegaron en la comparecencia con aplomo de grandes y no bajaron la energía ni un segundo -¿qué se supone que debemos hacer cuando tienes un póker como “Bailas Regueton” en el escenario?- contagiándonos a todo el publico  de su intensidad, y llegando con fuerza abajo. La mixtura maravillosa de edades que les miraba, fue liberador ver a gente mayor que no se les supone en lides así entregándose a momentos como “La vida explosiva” o el  Ska en que convirtieron “Tirititando”, se movía al ritmo que marcaba García desde arriba poniendo aquello a hervir. La parte final con “La Caravana”, “Temerario” y un inmenso “Apropa´t” fue de órdago y selló una noche, la primera del grupo en la ciudad, imperdible.

 

Cantamos, bailamos y reímos por que eso es lo que se hace cuando tienes enfrente a una banda que es capaz de subir varias decimas el barómetro de la felicidad. 

 

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

Comentarios

Deje su respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *