Llego al parque Elio Antonio de Nebrija con el tiempo justo para volver a encontrarme con Twice. Han pasado algunos meses desde mi ultima vez con la banda, así que no negaré que tengo muchas ganas de verlos de nuevo y hoy el dichoso tiempo acompaña por fin. Presentándose en formato trio, con el gran Miguel Espinoza comandando, la cita se me hacía imperdible para saber donde están ahora, y como va a ser el futuro del grupo. Abren con mucha clase esgrimiendo el “Bulletproof Cupido” de Placebo, y se pulen un pase enérgico con momentos muy importantes. Todo el nuevo material (“Efecto Placebo”, “El Perro” etc.) sonó a gloria y conservan el sello personal de la banda, progresivas, siderales e infinitas, y los tres protagonistas estuvieron a la altura (me impactó volver a verles tocar ese monolito que es “We Are Revolutionary”). Para la historia de nuestra escena la imagen de “Antisocial” con un montón de músicos de distintas formaciones cantando al unísono con los autores. Impagable.

Salgo corriendo, como siempre llego tarde, para encarar el pase de La M.O.D.A. en el escenario de la plaza mayor y ya cuando entro en el sitio se ve la cantidad de gente joven que puebla el ágora. El cambio generacional con respecto a lo de ayer es evidente. Ya no recuerdo las veces que les he visto en todos los formatos posibles. El milagro de esta banda, empezar de cero y autogestión como bandera, es notable. En la ciudad se han prodigado mucho, no sabría decirles si alguien recuerda ya el bolo de Anaya, los que el colectivo Sonora les montó ó el pase en Hydria (la llorada librería) donde les presentó un servidor sin micros ni nada (¿…?), de ahí a la venida a Music Factory al principio de la promoción del ultimo álbum o al C.A.E.M ó más. Toda una pagina de su historia como grupo. Ahora son, simplemente, una de las agrupaciones más importantes del país. Punto. Sus canciones forman parte de la bso de millones de personas y, no está mal recordarlo lo han hecho a base de trabajo duro y pasión. En directo son una fuerza de la naturaleza. Cuando salen encaran un set-list lleno de instantes mágicos que hace las delicias del personal que, de nuevo, llena la plaza hasta la bandera. Poco se puede decir de temas como “Nomadas”, “Gasoline”, hasta “Campo Amarillo”, un lujo verla así de nuevo con David Ruiz solo en el escenario, y el ínclito “Héroes del Sábado” excepto que se merecen todo lo que les está pasando. Increíble noche amigos.

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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