Estos días, al levantar la persiana ha ido apareciendo la primavera, totalmente desdibujada por el cielo gris, que parece que se ha aliado a la barbarie. Ayer le tocó el turno a la poesía y a pesar de que el cielo seguía enmarañado, me sorprendieron dos palomas para darme los buenos días y quizás enviarme alguno de los poemas en los que ellas son protagonistas.
Pronto mi memoria me llevó a Alberti, a su conmovedor poema “Se equivocó la paloma”. Observando las dos palomas parecían haber madrugado para colocarse guardando la distancia correcta y así recordar a la gente lo que tienen que hacer. Hasta ayer había demasiada gente por la calle, demasiada compra, demasiados paseos a los perros, cuando nos tienen hartos a repetir que lo mejor que podemos hacer en la retaguardia es quedarnos en casa.(En Salamanca se están disparando los casos)
Se equivocó la paloma, se equivocaba, observando su mirada, se les veía equivocadas confundidas, hasta que al fin se juntaron con la gran bandada en la terraza, una vez que habían transmitido su mensaje tan gráfico a los que estaban en la calle. Esta mañana de domingo, la calle aparece afortunadamente más vacía, ha salido el sol y su optimismo se cuela a través de los cristales para hacer un torniquete entre tanta desgracia.
Estoy en el octavo día de confinamiento, sigo siendo afortunado, no piso la calle desde el lunes, no sufro los desvaríos de la paloma de Alberti. El tiempo que da para mucho se me escapa entre las manos, sin hacer todo lo que quería, especialmente pensar en positivo, porque a pesar de la distancia estamos la familia en contacto permanente y estamos bien que eso cuenta mucho, porque a pesar de todo hay luces que alumbran en medio de tanta desgracia.
Y eso nos da alas, optimismo, el mejor antídoto. A lo lejos distingo los brotes de los árboles que la primavera incipiente ha explosionado, preparándose para recibirnos pronto, los pensamientos de la terraza parecen desbordados fabricando flores, como le ocurrirá pronto a Chema Dorado, farmacéutico de Fuenteguinaldo y Raquel emprendedora de Casillas de Flores, con su iniciativa de fabricar mascarillas para un rincón de la España Vaciada. Mucha suerte y ánimos para esta preciosa aventura.
El cielo azul se ha llevado por delante los cielos feos y grisáceos de días anteriores. A pesar de que el gobierno anuncia que esto se prolonga, hay motivos para mirar hacia delante. Hay que agarrarse a lo que nos une, que el gobierno lo hizo mal, estoy de acuerdo, pero ya no tiene solución. Es fácil la crítica, hablar por hablar, sin aportar nada, todos podemos hacer algo, nos piden no salir y hay gente que sale.
Estos días hace falta sangre, como donante, me costó mucho no salir a la calle para hacerlo, mis años, me ponen ya en situación de riesgo. Pero hay otras cosas que se pueden. Hoy he recibido una de las mejores noticias, escribo cartas para enfermos ingresados que están solos, uno de ellos, Ángel me contestó que estaba sacando de donde no las tenía, esperando que sirviera para algo. Esta mañana ha dejado la cama y ya lo han sentado en la butaca.
Hay esperanza, hay mucha gente que lo está haciendo de maravilla, cumpliendo, jugándose el tipo, y esto qué poco se cuela por los canales de las redes sociales, sería bueno que lo hiciera para limpiarlos.
Alberti escribió esta poesía en un estado de angustia, creada por una situación que muchos recuerdan en estos momentos, espero a partir de ahora cada mañana que las palomas vayan trayendo buenas noticias y en muy corto plazo en su pico vea el pañuelo blanco de la victoria para salir y abrazarnos.

 

Antonio Castaño
Me encanta recorrer caminos con mi mochila a cuestas, me ilusiono con las cosas pequeñas, especialmente con la naturaleza, sin ella el caminar sería complicado. Me gusta compartir relatos, fotos, proyectos, reflexiones...

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