Había transcurrido un año y medio desde que el chico descubrió lo que él mismo catalogaba como ”Ecotec”. Un ecosistema particular donde un sagaz universitario estaba a punto de finalizar su primera gran idea dentro de un proyecto de vida que había prometido llevar a cabo cuando perdió a su abuelo; una pérdida, a priori superada, pero que sin embargo, lo mantenía en vilo noche tras noche.

La sociedad piensa que todo ha sido inventado, que toda idea que el ser humano pueda tener ya ha sido valorada con anterioridad. Vivimos en un mundo conformista, donde la respuesta a cualquier problema, independientemente de su magnitud, está al alcance de un click, pensaba el pálido e incansable joven en sus etapas de vigilia.

Tras varias semanas en esta tesitura, un sórdido estruendo impregnó el lugar mientras que el chico, como cada mañana, tomaba un baño en el lago. Nadó hacia la orilla en busca de alguna señal delatora que mostrase alguna pista de lo que estaba ocurriendo en su nuevo hogar. Para su sorpresa, el detector de recuerdos en el que había estado trabajando e investigando durante tanto tiempo estaba emitiendo ondas por la presencia de un recuerdo cercano en ese lugar.

De pronto, tuvo un flashback, una visión del niño que había sido diez años atrás; una criatura inocente que volaba una cometa junto a su abuelo, en un prado con un lago de agua transparente y en calma. Un lugar tremendamente familiar para él, pero que en ese momento no era consciente de que ese sería el lugar desde el que cambiaría el mundo. Sin embargo, todo ese momento idílico se desbarató cuando la cometa planeó sobre el agua. El abuelo, expectante hasta ese momento, decidió recoger el juguete y regresar a casa para volver a ese mismo lugar al día siguiente con su nieto y las herramientas pertinentes, que junto a la imaginación del niño y la habilidad del abuelo conseguirían crear una cometa motorizada, la cual decidieron meter en un baúl y enterrarla en ese lugar, junto al fresno más grande y alto de la zona.

Cuando el imberbe adolescente volvió en sí, a pesar de estar aún mojado, corrió tan rápido como pudo hacia la referencia que había tomado de la visión; El Gran Árbol. Al llegar, cayó en la cuenta de que no tenía forma alguna de comprobar si su experimento realmente había funcionado, ya que necesitaba cavar profundamente para tratar de encontrar el pequeño tesoro. No obstante, volvió hacia su campamento y comenzó a desarrollar la idea para acudir a por el legado, que inconscientemente, le había dejado su abuelo.

Pasaron muchas cosas por su cabeza antes de diseñar el detector de sueños, sin embargo, la que le hizo dar el primer paso fue ver a una sociedad acelerada y con vistas al presente y al futuro, tratando de que, a partir de ese momento, sus conciudadanos pudiesen tomar cuenta de sus errores pasados para construir un futuro sólido y próspero.

Sergio Zurdo
Proyecto de filólogo y seguidor de la lengua de Shakespeare. Intento hacer de lo onírico algo real a través de la literatura para vivir miles de vidas en una sola.

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