Que un evento festivalero en los tiempos que corren, ya lo quisiera el que suscribe para su criatura, sea capaz de llegar a la vigesimoséptima edición, y con una salud de hierro además, es como para sentirse muy orgulloso. No es solo que se haya convertido en un clásico es que, simplemente, se ha tornado en uno de los grandes momentos del verano musical en la provincia, consiguiendo congregar este año aún mas personal que el anterior. Y eso a pesar de lo difícil que es programar entre semana, un miércoles recuerden. Con el plus este año de la presencia de Manolo Chinato, el eterno poeta de Puerto de Bejar por delante de las bandas, el cartel se presentaba muy atractivo. Abrían la noche La Banda por el Tejado, con nombres ilustres como Javier Torres (BNDR) o Javier Romero (Carbayo) en sus filas, con su tributo a Fito & Fitipaldis que calentaron el ambiente con solvencia calzándose las botas del bilbaíno. No pude por motivos obvios estar en la presentación del álbum en Salamanca, así que tenía mucha curiosidad por ver como sería la traslación de “Pobladores del Suelo, las Nubes y el Mar” al directo. Kike M traía la gira de “Pobladores” a Los Santos con un añadido importante: una banda muy interesante secundándole. Desde que abrió, frágil en apariencia y ojo a esto: solo, en el escenario con “Destellos” se entregó con ganas, y cuando añadió a sus canciones el buen hacer de los músicos que le acompañaban, comandados por el magisterio en la guitarra de José Bueno, hubo momentos importantes. “Con los Años”, “Los Mejores” o un sorprendente “Volver a Hacerlo” (más rápido y enjuto en su estructura) lo refrendaron y, atención a esto, sin recurrir (excepto una pequeña dedicatoria) a la nostalgia BNDR. Imposible perderse lo que nos va a deparar en el futuro. Me descoloco cuando con el sonido, áspero duro e irresistible, que imprimen a “La Madriguera” Bocanada, irrumpe en el recinto. Superado ya el estigma de banda del hermano de, su pase fue potente y consistente en algunos pasajes con apuntes realmente brillantes, “Comiendo Soles” “60 Lunas”, y con Martin Romero en la voz ejerciendo de grande. Muy recomendables. Me atraía mucho volver a encontrarme con Bicho Pal Monte tras su paso en tromba por el 37KFest, mi ultima vez con la banda, y su agro-punk de alto octanaje. Buenos gestores del tiempo de tributar, recurren para abrir a los amos de Boston Dropkick Murphys y más adelante a Los de Marras o a El Ultimo Ke Zierre, les confesaré que a mi lo que realmente me seducía, y mucho lo reconozco, era ver las de factura propia: “Ser Humano”, “Ajo y Agua”, “Al Acecho” y “A Nuestro Error” por ese orden, me dejan con ganas de más (ojalá hubieran obviado por, a mi modo de ver, manida ya “Bella Ciao” y hubieran presentado más suyas). Y, ya lo dije en su momento, la gozada que supone ver a Pablo de Miguel (Lulu) coger el saxo, aparcando la guitarra, hace cambiar toda la percepción del sonido del grupo. Por mi que se dedique solo a el desde ya. Será muy interesante verles con un buen montón de carretera encima que, en mi opinión, es lo único que falta. Echa el cierre la sesión de Canda y… si. Un año más, repito: veintisiete, misión cumplida excelencia. A por el próximo.

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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