Paco Jiménez

La Ballena Varada. Unas líneas a propósito del Facyl

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Hay en mi opinión en Bienvenido, Míster Marshall una de las escenas mas trágicas de la historia del cine patrio. Los habitantes del pequeño pueblo de Villar de Rio esperan la llegada de los americanos y su apoyo de la época para Europa (el famoso plan que nombra la película) en los que, con el dinero que suponen van a traer a la villa han depositado sus sueños y sus esperanzas de prosperar, y a los que van a agasajar con una fiesta por todo lo alto. Y entonces la caravana que trae a los visitantes pasa de largo sin detenerse ante la estupefacción de los presentes que los miran atónitos mientras todo lo que habían pensado se diluye.

Cada vez que pienso en el FACYL los últimos meses, me acuerdo de esa escena porque por desgracia Salamanca parece una ballena varada en según que aspectos de la cultura. En lo mío, la música, hay un montón de gente talentosa; programadores, fotógrafos, escritores. etc., que están haciendo un trabajo inmenso (si alguien les dice que no hay conciertos en la ciudad es por ignorancia o estupidez supina) para sacarlo adelante, y estoy seguro que en el resto de disciplinas artísticas también.

Así que hablemos claro.

El problema no es de ahí.

Imagino que como el que suscribe, habrán seguido, desolado en mi caso, el devenir del festival en los últimos tiempos. Esa especie de, vuelvo a incidir en esto, tragicomedia costumbrista e infantil de no, pero si y tu más. que da tanta vergüenza como pena. Ese pasar la pelota en responsabilidades y organización y el vamos a montarlo mejor, mucho mejor que antes sin ninguna duda y que ha dado como resultado la no celebración este año. Prescindiendo del repugnante juego político en el que no voy a entrar, es una noticia terrible para cualquiera que tenga la mas mínima sensibilidad cultural, y que a mi modo de ver no le hace ningún bien a la ciudad.

 

Que el festival necesita urgentemente una serie de medidas drásticas, es evidente. Un servidor ya apuntó en las crónicas diarias que escribí para esta casa en las últimas ediciones, que es necesario desde el planteamiento que la ciudad sienta como suyo el evento, y no como algo que viene impuesto de Valladolid. Hagan la prueba, si no me creen. Sondeen a amigos o familia o quien sea. La mayoría ni saben que es o directamente entonan un sonoro «fuck it» cuando mencionas el nombre que califican de elitista (¿…?), aburrido o poco interesante y que, además, “nos lo mandan de fuera” (sic). Que si los primeros años, que si antes molaba más, bla bla bla…

 

Con lo que hemos visto ahí a lo largo de los años que se ha celebrado, ya nadie parece acordarse y es una pena absoluta. Anda que si a los poseedores de una entrada del famoso bolo de Rosalía en el Liceo, les cuentan lo que iba a pasar una año después.

De ahí que no deberíamos dejar que se pierda e intentar buscar, a nivel personal con la gente de la calle que lo llenamos no con politicastros, como ayudar para revitalizarlo.

 

¿Y como se hace eso?, pues veamos algunos apuntes de ideas.

A mi modestísimo parecer se hace imprescindible que se invite a la implicación a las fuerzas vivas de la cultura de aquí, de los músicos de los actores de los performers de los fotógrafos de todos, y que se pulse la opinión de que modelo de festival se pretende ofrecer a través de los canales del propio festival (redes, concursos de artistas, sondeos de posibles programaciones etc.) y la prensa. Los vaivenes de contenidos y programaciones dependiendo del viento que corra ese año no ayudan, sino más bien entorpecen y dificultan la comprensión y aceptación del festival así que deberían erradicarse. Si se pretende que sea más vanguardista como las dos ultimas ediciones, que así sea. Si se quiere volver a la música sobre todo, pues perfecto. Y si es una amalgama de disciplinas, vamos a hacer que sea la mejor de las posibles. No es necesario tampoco que insista en la cantidad de gente con talento y potencial que albergamos, y que podrían dirigirlo por que sería una obviedad lejos de localismos. Es más que claro que eso sería otra ayuda en la conexión festival-ciudad.

 

Lo que sea que sea algo estable y vivo.

Y es cierto que no hará falta decir que los tiempos y la coyuntura no son los mejores para nada. Pero aún con los recortes de presupuestos se debería poder organizar un evento que, repito, se fundiera con la sede que lo alberga y no diera lugar a que cada año no tuviéramos que pasar por estas lides, e incluso recurrir a patrocinios que estoy seguro harían cola para ayudar en algo así, y que conectarían un poco mas el tejido del evento con la gente y ayudarían a vivir y disfrutar el festival en la ciudad. ¿Se imaginan que todo el mundo estuviera expectante ante lo que se vaya a anunciar, que las calles se llenaran (ni les cuento que haría yo si me dejaran hacer mi festival en el centro con todo de cara) con conciertos, expos y actos escénicos y que, en definitiva, la cultura paralizara la vida en esos días calando entre la gente, y no pasando frente a nosotros sin detenerse?. Bueno.

Y con ello estoy seguro llegaría el impacto económico, social y artístico que, no nos engañemos, necesitamos.

 

Pero siempre construyendo, porque nos va el interés a todos.

FACYL FOTO DE ARCHIVO TRES ACORDES ROCK SHOW

 

 

Paco Jiménez
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