Hay en “La muerte tenía un precio”, no necesitaré extenderme aquí de una obra cumbre de la historia del cine, muchos momentos para recordar. Uno de mis favoritos (“te pasas la vida con un revolver al cinto y cuando llega el momento de utilizarlo, no lo haces”) me vino a la cabeza la otra noche en el backstage de la plaza cuando alguien que se acercó a saludarme me preguntó por mis discos importantes de este año y no supo de que le estaba hablando siendo, como era, del gremio. Y es que a pesar de haber sido capaz de crear uno de los albunes del año la multi-instrumentista Kristin Hayter parece seguir siendo una gran desconocida para el universo del Metal. Su proyecto artístico Lingua Ignota ha engendrado uno de los discos mas terroríficos, dolorosos y bellos de los últimos años.
Calígula sin duda, es todo eso y más.
Un servidor, por pura acumulación de cosas y por que (para que negarlo) soy un bobo, pasó de puntillas por las anteriores entregas (“Let The Evil…” y “All Bitches Die”) de un cancionero que rezuma experimentación y una tensión no apta, eso lo reconozco, para todo el mundo. Con la violencia domestica como aterradora y terrible impulsora de la obra, sufrió años de malos tratos en una relación, y el remate de la anorexia, la lista de canciones del disco es tan brutal como extrañamente catártica en su parte final. Los géneros que toca, el Folk, el Noise, el Dark incluso la Opera y el Black Metal, se quedan cortos para intentar abarcar y describir una obra absolutamente inspiradora de atmosferas hirientes y, es verdad, malsanas y perturbadoramente enfermizas que obligan a no dejar de mirar y escuchar. Les diría que consultaran la historia del sanguinario emperador que da nombre al disco para que se hagan una idea de por que le ha puesto su nombre al álbum, por que algunas victimas sobrevivieron como escribía alguien hace unas semanas en una critica del disco, y que chequearan el roster de su discográfica Profound Lore Records para que vean donde se van a meter y lo que van a tener entre manos, si se deciden a hacerse con el. Es tan desgarrador (“Si no te follo yo ¿quien lo hará”) que hiere y hace que te plantees, después de escuchar cosas como “Do You Doub Me Traitor” o “Butcher Of The Wordl”,que si no quieres ver arder el mundo entero tal vez es por que no tienes sangre en las puñeteras venas.
Sobrecogedor si, pero es lo que tienen las grandes obras de arte.
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