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Chica Sobresalto | La Chica de Ayer, Salamanca

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Era en opinión del que suscribe cosa hecha.  Hablo del llenazo que lució La Chica de Ayer con todo el papel agotadísimo para ver la primera vez en Salamanca de Chica Sobresalto y su banda. La noche esgrimía razones de sobra para no perdérsela, pero por encima de todas a mi modesto entender la que mandaba era la posibilidad de poder verla en un sala pequeña y mas intima antes de que lleguen los conciertos mas grandes, el caso de Sexy Zebras en la ciudad con un recorrido parecido en apenas un año valdría como ejemplo, y otro tipo de locales (ni mejores ni peores ojo, distintos) a tenor del crecimiento que va experimentando. Y aunque este de mas decir que a día de hoy todo esto no son mas que cábalas, la industria musical es caprichosa e incierta pero también los gustos de la parte mas importante del lio el publico, la lógica, y lo que vimos que eso es lo mas importante, dicta que así será.  Parece un ejercicio de sentido común saltarse aquí la discusión de si el apadrinamiento de GPS en el que llegaba, es o no conveniente para los artistas, por que las opiniones y los argumentos son validos para cualquiera de las dos posturas, la defensa o el rechazo total, y para quien si  los es desde luego el para el publico que puede disfrutar de esas propuestas que de otra manera, ay, no serían posibles. Con una banda sobrada que le secundo sin fallo, la batería de Aritz Legarrea  el bajo de Ander Arlegui la guitarra de Gorka Cia y el estupendo teclado de Marta Irizar, pero sobre todo con su voz en perfecto estado, cumplió una comparecencia  maciza que hizo cantar, bailar y  ansiar que aquello no se acabará desde que abrió con “La Estrella” y toda la sala se puso a sus pies. Navegó por un setlist con suficientes argumentos para no apartar la vista, “Adrenalina” y “Dopamina” seguidas, llevándose “Oráculo”  y “Sinapsis “sus últimos discos largos hasta ahora el premio gordo, pero haciendo paradas en todas las que imaginen, y cogiendo la guitarra en muchos momentos (la parte central del pase atesoró un acto mas tranquilo desde “Muerte en Twitter”) y llenado la noche de momentos muy destacables: la épica que lució la traslación de “La Torre”, los insertos milimetrados de otros artistas (de El Columpio Asesino a Lipps Inc)  en medio de los temas (“Bailando Raro” fue estupendo), el intimo y delicioso devenir de “Navegantes”, el estribillo inolvidable de “La Monogamia” o una parte final brutal desde que arrancó con “Plutón” e hizo después “Poquita Cosa” y la esperadísima “Fusión del Núcleo”, su único hit según dijo, con todo el mundo cantándola a lo grande. Cuando se acaba y encienden las luces, suena Shakira. Lógico.

Foto. Víctor Iglesias

Paco Jiménez
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