Por ¿Justifica el fin los medios?, pues en el caso del que suscribe y hablando de estos días, sin duda. Han sido un montón de jornadas de conciertos, de dormir a ratos y comer de pie. Pero poder contarles lo poco o mucho que hemos visto en las ferias de este año, ha merecido la pena. Por eso el cierre de estas modestísimas crónicas hoy, no acarrea un saco de tristeza para un servidor.
Simplemente empezamos a descontar para las próximas.
No estoy seguro de que supiera que escribir, si tuviera que contarles lo de el ultimo pase de la programación de este año. Y vuelvo a lo de algunos de estos días pasados. La lejanía de algo así, con nuestra practica habitual, es evidente y un servidor no es capaz de aventurarse en semejante envite. Ayer y hoy hemos vivido dos caras de una misma moneda, el amor por la música, con solo mirar el personal que volvía a llenar la plaza. Un apunte sobre esto. Es el sitio mas bonito del mundo para ver bolos para el que les escribe. La magia que destila ver a casi cualquiera ahí, es impresionante.
Como fuere, la cosa es que cuando entro me fijo en el aumento evidente de la media de edad hoy. Si con Magan la gente mas joven, muchísimos menores, abarrotó el recinto, hoy los mas veteranos hicieron hilo hasta allí para ver la comparecencia de Café Quijano. Estaba claro. Y eso que luchaban contra gigantes en la forma de la Fiesta Bresh que había despachado 7000 tickets, amigos.
Y es genial, ya digo, que haya ambas cosas.
Por supuesto, como siempre, me ahorraré hacerles balance personal de lo que hemos visto estos días por que no es algo que me atraiga.
Simplemente cuelgo las botas de comer chillie hasta el año que viene exhausto, es cierto, pero lo hago contento de haberlo podido vivir.
Vivir, esa es la palabra.
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