Últimamente, estamos más que acostumbrados a escuchar que la inversión en ciencia es mínima, la precariedad del sistema, la necesidad de un pacto de estado que permita tener la estabilidad mínima necesaria para permitir el trabajo de los grandes investigadores de este país,… ¿Pero alguna vez nos hemos parado a analizar los datos? ¿Y si los comparamos con nuestros vecinos europeos?

Para entender esta problemática, debemos conocer la definición de “gastos en investigación y desarrollo”, que vendrían a ser los gastos corrientes y de capital tanto público como privado que se invierte en trabajo creativo realizado para aumentar los conocimientos humanísticos, la cultura y el su aplicación de forma beneficiosa para la sociedad. Es decir, abarca desde la denominada investigación básica, a la aplicada y por supuesto el desarrollo experimental.

Económicamente hablando, el valor invertido en ciencia se determina según el porcentaje del producto interior bruto (PIB) que le corresponda. Resumiendo, se expresa según la parte porcentual en relación al indicador que refleja el valor monetario de todos los bienes y servicios finales producidos por un país, pudiéndose abreviar en la parte porcentual de la riqueza de un país. 

En algunos países europeos, como Alemania, Finlandia o Francia, el porcentaje de PIB destinado a gastos en investigación y desarrollo asciende al 3,035%, 2,762% o 2,189%; sin embargo, en España esta cifra se encuentra en el 1,208%, según datos proporcionados por el Banco Mundial en relación al ejercicio de 2017.

Por ello la Asociación de Jóvenes Investigadores de la Universidad de Salamanca (INNOVA) y la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), como han dejado constancia en su llamamiento, han organizado una Marcha por la Ciencia el próximo 19 de Octubre en Madrid. Sus objetivos son dar visibilidad a la importancia de la ciencia y la investigación en la sociedad y reivindicar un Pacto de Estado por la Ciencia con la intención de vincular un porcentaje estable del 2% del presupuesto destinado a subvenciones y contratación de los Presupuestos Generales del Estado para su inversión anual en I+D+i.

Puedes apoyar su petición de Change.org dirigida al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Tabla de datos complementaria:

 

 

Ignacio Coll
Estudiante de medicina e investigador, miembro de numerosas sociedades tales como la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), la Sociedad de Inmunoterapia del cáncer (SITC) o la Sociedad Americana de Biología Celular (ASCB). Apasionado de la divulgación científica, en guerra contra las pseudociencias y buscando la respuesta a ¿Qué es el cáncer?

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