Foto: Victor J. Fry

Repaso de memoria las ultimas veces que he tenido ocasión de echar por tierra ese axioma no escrito del tinglado musical, que dice que la mayoría de los del negocio son unos golfos apandadores. Y lo hago cuando veo el estupendo y cuidado evento que se han creado la organización del Bellota Rock Fest en un pueblo pequeño y escondido, alejado de cualquier ruta rockera lógica. Algo así no se hace por la rapiña acostumbrada. Se hace por pura pasión y amor, a base de arrestos y de robar tiempo a la vida (créanme si miran Tres Acordes Fest entenderán que se bien de lo que hablo), no hay otra forma. A la razón principal de mi presencia allí, Paté de Pato y su ultima fecha antes de unas semanas de descanso, se unía la posibilidad de volver a encontrarme con los tremebundos Free City, mi tercera vez con ellos en los últimos trece meses, y la gira para presentar “Duelo” su ultimo álbum. Ubicado en una coqueta sala reconvertida, craso error por mi parte pensaba que se trataba de un festival al aire libre, me enchufo cuando están encima del escenario los locales La Mendinga a los que apenas puedo ver un rato desgranar los dos ep´s que poseen. Cuando se suben los de Pucela desatan la locura desde el principio. Y no sabría decirles si Free City son los llamados a ocupar el nuevo trono del genero, que Desakato parecen tener amarrado a conciencia, pero si que hacen oposiciones a las grandes ligas desde que canciones como “En Este Lado del Fuego” se han metido en el imaginario colectivo. Con unas individualidades matadoras, es tiempo ya que alguien le haga un monumento en Valladolid a Miles el baterista, y unos temas (“Veneno”, “Cadenas”) tan inflamables como, atención a esto, radiables hicieron un pase demoledor. Quedarse en los referentes, Rise Against ,The Lawrence Arms y muchos más, es no hacer justicia a una banda que, desde que se subieron, desataron los primeros circle pits casi sin querer. Un dato para que se hagan idea: estaban probando Pate de Pato y el publico ya estaba bailando con ganas. Hace ya un año o más que escribí que esta banda va directa a la parte de arriba de la tabla en lo suyo. Y no es solo que tengan canciones de sobra, “Suma y Arresta”, “Sirenas”, “Hitler es Vintage”, del estilo, es que además a base de girar constantemente se han ganado una merecida fama de grupo imponente en directo. La inclusión de vientos se rebeló necesaria y las comparaciones que surgieron, con Ska P, La Raiz y demás, me parece banales, por que la cruda realidad es que ya tienen una marca de la casa. Y si no prueben a intentar evadirse de “Libertad” y su épica parte central, o de un irresistible “Selfie en la Mani” y ya me dirán. Gabri en la voz agitando la olla con sus bajadas constantes, la guitarra de Javi Revancha, o los referentes de la banda, Rancid Anti-Flag, que se reflejan sobre todo en Javi su bajista y cantante son detalles por que el bolo fue mayestático, que luego se tornó generoso, y pusieron el sitio a hervir y, ojo, ni se inmutaron por la exhibición de antes. Curtidos y engrasados se pulieron una comparecencia a todo gas, con las paradas lógicas, “Cicatrices” “Abuso Clerical”, en las que el personal disfrutó mucho con ellos. El final con algunos tributos y un “Hoy se va a Liar” espectacular fue de los que no se olvidan. El punto de inflexión será la llegada de las nuevas (y no nos engañemos necesarias) canciones de las que ya me consta hay trabajo hecho. Impagables.

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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