Un servidor ya lo dijo hasta la saciedad a quien quiso oírle. La dirección era esa. Hablo, claro, de la inclusión de ese tema, “Eres Libertad”, en el segundo disco de Paté de Pato y las consecuencias que acarreaba la forma en que cambiaba todo lo que hasta ese momento había hecho la banda. Y no solo hablo de componer ojo. Con la salida del flamante “Sobreviviendo en el Trayecto” ponían en circulación la que, en mi modesta opinión, es la mejor canción que habían compuesto nunca, me refiero a “Cenizas y Terror”, en medio de un álbum lleno de momentos muy interesantes. Anoche en Camelot, cuando el grupo encaraba una de las comparecencias más  importantes de la nueva gira, familia amigos prensa, y un montón de gente con muchas ganas de volver a encontrarse con ellos en casa, vimos el resultado. Y atención parto de la base de que probablemente asistimos a uno de los mejores, sino el mejor, pase de la banda en su historia aquí, pero esos dos temas fueron, sencillamente, apabullantes en su brillantez. Y tampoco debe escapársenos el hecho de que hay un abismo (una sima insondable, en realidad) entre los temas nuevos y el material mas añejo. Por el que suscribe que los quiten todos, aún siendo consciente de que es imposible, y que además no sería justo. Pero es que oír como funcionan en directo los cortes más recientes, desde que abren con un lógico “Empieza la Partida”, con toda la banda bien engrasada por que apenas han parado para grabar y poco más, es un must. Navegando por un set-list limado muy acertadamente para acercarse al ultimo lanzamiento, fantásticos “Furioso B” y “Borreguistán” rabioso “Plantando Cara” y mención especial para un “Sobreviviendo en el Trayecto” que (mea culpa, me trago mis dudas) me hizo titubear no como canción sino como primer single, y que sin embargo funciona a un nivel casi irreal. Las guitarras de Javi Revancha (que bien le ha sentado el ascenso de su voz a principal) y de Diego Crespo fueron muy atinadas que duda cabe, y el impacto que Javi Bernardos desde su bajo produce es cada vez mayor (  es un poker señores: Armstrong, Cortez, Mike y Gurewitz), pero la partida la ganó por goleada un enorme Diego Belmonte que, así de sencillo, estuvo increíble tras los tambores; la cita marcaba el final para Nacho González y su saxo que cumplía ultimo bolo con la banda y tanto el como el resto estuvieron cumplidores y brillantes. El palabro sale casi sin querer: profesionalización. Y la están pidiendo a gritos por que no parecen tener techo, y creanme si se lo digo por que he tenido la suerte de estar desde el principio.  La noche la habían abierto de muy buenas maneras La Batería de Intxixu y su poderosa propuesta de ská y, atención a esto, gypsy punk romaní que a ratos me hizo pensar en Eugene Hütz es verdad, pero también en Goran Bregovic o en una multitud de jam bands de Kingston y sus Sound Systems. Me quedo con las propias por supuesto, pero el  divertidisimo tuneo de “Sweet Dreams (Are Made of This)” el viejo tema de Eurythmics que Manson popularizó ralentizado fue brutal, y consiguieron los primeros circle pits y bailes sudorosos de la noche. Comprometidos y solidarios apuntaron detalles interesantes y lo mejor es que son muy jovenes.

Menuda noche amigos.

 

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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