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No seré yo quien diga que los bolos de las ferias de este año no han sido extraños, pero esto es lo que ahora mismo tenemos. Si para disfrutar de nuestros artistas favoritos hay que hacerlo así, pues adelante. Y más vale que nos acostumbremos, porque lo que se vaya haciendo hasta que la pandemia permita continuar donde lo dejamos, en mi opinión, será de esta manera. La presentación del Facyl será muy relevante en ese sentido, ya verán, y el saber qué va a pasar con las salas y clubs que programen.

Con los últimos días de conciertos ya asomando, la noche traía un doble cartel con enjundia.

Los primeros en subirse, Aíra el grupo de Fran Garcia, se pulieron un set sustancioso, capaz de albergar múltiples lecturas. Con formato power trio, el bajista Rodrigo Aldudo y agárrense Julen Arbiol el batería de Dinero tras los tambores, me volvieron a desordenar la conciencia desde que arrancaron con “Rebelión”. Rescataron un tema viejo de Lex Makoto (“Ave Fénix”) que dedicaron a la escena de la ciudad, se marcaron riffs de Tom Morello, tiraron de pequeñas jams y apelaron a la épica (“Cuando Todo Empieza a Arder” es la justa sin duda) en algunos momentos brillantísimos. Me quedo con buen sabor de boca con una banda y unas canciones ,“Palos y Astillas”, la revisión del The 59 Sound de los de Brian Fallon adaptada como “Sillas Vacías”, a la que llamar trabajadora (tres discos en un año amigos) es quedarse muy corto. Grandes.

Sumarua el colectivo musical que va mas allá de un grupo al uso, también es una plataforma para que músicos y artistas puedan participar desde cualquier lugar del mundo con un mensaje (sic) de unidad y amor, y que unos días antes ponía sonidos multicolor a la Biblioteca de la Casa de las Conchas en lo que de hecho era su primer concierto, no parecían ni mucho menos tener tan poca experiencia juntos. Arrancaron sonidos multiculturales y experimentales que a ratos me recordaron algunos pasajes de los Khruangbin mas luminosos. El plantel de músicos es brillante: Raimundo Martin, Sabrina Tomei y el estupendo Ras Neftali entre otros, y aunque por razones de logística me pierdo casi todo el bolo lo que veo desde que arrancan con “Minha Mae” tiene buena pinta.

Mañana echamos el cierre. Ya les cuento.

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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