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DÍA 2: CRÓNICAS URGENTES 2021

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Hoy cuando salgo para el asunto voy pensando en Rick Rubin y en lo que es envejecer cuando uno es una rockstar.

Que ya sé que no ha lugar y a lo mejor es una exageración pero si lo miran bien pues a lo mejor. Me refiero a lo que el hombre hizo con Johnny Cash y que salvando las distancias se ¿podría? aplicar a Miguel Ríos que encabeza la nomina ferial esta noche con la puesta en juego de su elegante y crepuscular ultimo disco. Me acuerdo también de la retirada que hizo en 2010, de que ahora comparte oficina con quienes pasaban ayer por la ciudad (me refiero a Izal), y de que frisa, ojo a esto, los 77 años.

Antes de eso me aúpo a mi patio favorito del mundo para rencontrarme con Iván Sadia y su banda que se pelean con un tiempo incómodo que parece haber irrumpido para sumarse a las fiestas. Me atrapan con su Rock y Blues de alto octanaje y me maravilla como, aparte del material propio, la estupenda “La Flor de Loto” y su rollo dopante, la declaración que es “Verdadero Amor” y el material más viejo con “Un Vaso de Licor”, es capaz de adaptar al español temas de Allman Brothers o el Boss, delante de un publico que casi vuelve a llenar el sitio.

Recuerdan el beef entre Carolina Durante y Sr. Chinarro cuando este les dijo “un respeto niños”, pues eso. Y aunque me congelo, literal y figuradamente, cuando veo la pobrísima entrada que no mereció, un respeto amigos. Miguel Ríos es una leyenda viva, y dio un bolo más que respetable para un tipo que podría estarse tranquilamente en su casa cobrando la pensión de jubilado. La excusa, la presentación de su nuevo álbum el acertado “Un Largo Tiempo” que despachó en su totalidad si no me equivoco, era una buena ocasión para ver en qué estado se encuentra.

Y la verdad es que lo hizo muy bien y su voz aguantó el tirón con entereza y aplomo. La media de edad de la cosa era básicamente agradecida por estar sentados, para que nos vamos a engañar, pero eso no fue óbice para que cantáramos, coreáramos y aplaudiéramos unas canciones, aparte de las ultimas, que forman parte de la BSO de muchas, muchas, vidas. La lista, “Todo a Pulmón, “No estás Sola”, “RNRoll Boomerang” “Año 2000” o, esta me sorprendió lo reconozco “En La Frontera” y “El Blues del Autobús” por citar algunas. De las ultimas me atrapó “Por San Juan”, “La Estirpe de Caín” y “El Blues de la Tercera Edad”, ejecutadas por una banda segura y poderosa con José Nortes a la cabeza y, sorpresa, Manu Clavijo al que acabamos de ver hace unas semanas en la ciudad y a los que dio espacio y protagonismo justificado.

Para el final se reservó “El Rio” “Santa Lucia” y el celebérrimo “Himno a la Alegría” y, esto es lo más importante para un servidor, no las desmereció y les hizo justicia.

Hubiera molado que trajera batería.

Foto: Víctor J. Fry.

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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