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Salamanca Folk Festival: La Crónica de Urgencia

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Un exitazo amigos. Y dicho con conocimiento de causa ojo, el que suscribe podría solicitar una cátedra con cargo a las toneladas de sangre, sudor, y lagrimas que sabe bien, lo sé, créanme, que cuesta hacer algo así. El cambio de sede, un acierto absoluto, le ha sentado de maravilla al festival y la entrada (atención a esto: más de 250 tickets despachados) lo reflejó para darle la bienvenida al triplete de bandas que integraban un cartel cuando menos interesante. Y es que se podría escribir mucho de las tres formas absolutamente diferentes de entender el universo Folkie, pero el hilo conductor que las emparentaba sin remedio, es cierto, era aún mas fuerte.

Abrían los héroes del bluegrass (ah, que orgulloso estaría del nombre de esta banda el gran Bill Monroe) The Brewgrass Society con sus canciones festivas y bailongas que parecían recién salidas de los Apalaches y el banjo de Pache presidiendo el escenario. La tradicional “Creepy Creed” y la revisión de “Long Gone” de los canadienses The Dead South ponía en marcha al trío, estupenda Garazi Espinosa en la guitarra y voz, que se pulió un pase acertado con J.D Wilkes y los suyos en el punto de mira (les tributaron con “Mud”) es verdad, pero que tuvo mas que The Legendary  Shack Shakers en los detalles de las propias (atinadas “New Home” y “”Stay Rude” y la divertida historia alrededor de “Muffin On The River”) y las paradas en una sorprendente “Hallellujah de Cohen o el giro de recordar un estilo, el Thrashgrass y el sueño del bricolaje,  con el “Self Destructive” de Days N´Daze. Una pena que no se prodiguen más.

Foto: Irene de Anta

Los jefes de la taberna Tine tomaban al asalto el escenario con la adaptación del “Celtian” de Mago de Oz y la favorita de un servidor el celebérrimo “Whisky In The Jar” que Phil Lynott y los suyos popularizaron a lo grande y que Metallica años después re-visionaron. Divertidos y joviales con la mirada puesta en la Irlanda de los bares, “Voy pedo” dice Alejandro González quien con su voz y su flauta convierte las odas etílicas de la banda en una fiesta, cuando hacen “I’m Shipping Up To Boston” dan el primer aviso de quién mandaba en las preferencias del personal con toda la sala bailando y cantando el tema mas famoso de los de Ken Casey que se unió a una tanda de paradas en material ajeno (de Floggin Molly a The Dubliners) bailongos y borrachuzos, pero que dejó una imagen aún más importante con los propios “Rosaurio” y la magnifica “Beer Dance” (un diez para María Vicente y su violín ultra poderoso toda la noche) que no desentonaron, más bien al contrario, en un set-list muy acertado. Un disco propio se hace más necesario que nunca a tenor de lo visto.

Los toledanos The Fatty Farmers ejercieron de cabezas de cartel con merecimiento y aplomo de grandes. Curtidos y engrasados de sobra los ocho tipos (miren no recuerdo tanta gente ahí desde ¿La Raíz?) dieron un bolazo de aúpa repleto de momentos brillantes desde que comandados por la voz de Mario pusieron aquello patas arriba con “21 Black Jack” de su “Refarmatory”. Los aires de Boston, es inevitable pensar en Dropkick Murphy´s, y ojo a esto de Chicago, Flatfoot 56 en las partes más duras, se funden en un cancionero que admite muchas lecturas y la mayoría buenas. En mi modestísima opinión, es un acierto el cambio de idioma en el ultimo lanzamiento de la banda, empalmaron seguida esa reina del soviet que es “Alexandra”, y ese puede ser el camino para el futuro sin la barrera del idioma de por medio (y no hará falta aquí que les hable de La M.O.D.A.) y la prueba mas evidente es ese single cañón, “El Vendaval”, que en directo apela casi a la épica y sino prueben con su parte central. El resto de la noche navegan por un pase enérgico y contagioso ( “Down In The Streets” suena brutal, “Island” es un huracán) con la sala entregada a la banda, el antológico y divertidísimo pasillo en “Johnny Techno Ska” que ni el mismo Paco Pil hubiera hecho mejor, y cuando rematan un final apoteósico a toda velocidad con “Dirty Tricks” (un must, sin duda) “Next Sunday” y la tremebunda “Fancy Prankster” dejan apuntes de tener voluntad y arrojo de sobra para jugar en las ligas mayores. Uno de los mejores de la gira dice el hombre. Qué nos va a contar usted excelencia. Enormes.

 

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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